Por El Aguador – Los organizadores de la Vuelta quieren seguir añadiendo interés a la carrera. Después de comenzar hace unos años una edición en el templo de la velocidad de Assen, ofrecer una imagen inaudita de los ciclistas en la noche sevillana, o descubrirnos ascensiones como la del Angliru o la Bola del Mundo, este año es el turno del Cuitu Negro y del Collado de la Gallina, un espectacular puerto situado en Andorra que contemplará el final de la octava etapa de la Vuelta Ciclista a España según desvelaba hoy Marca
El Collado de la Gallina es un puerto con una altimetría de esas que anuncian espectáculo. Tiene aproximadamente 12 kilómetros, aunque sólo se podrán subir los 7,5 que están asfaltados y que llegan hasta el santuario de Mare de Déu de Canòlich. Aunque falte este tramo final, que esperamos ver en alguna futura Vuelta, seguro que es suficiente para ofrecer sorpresas gracias a su pendiente media de más del 8 por ciento y rampas de hasta el 18 por ciento.
Parece que este año la Vuelta sigue apostando por la montaña, con diez etapas con final en alto, así que los escaladores estarán de enhorabuena. Cuando la organización presente el recorrido, el Tío del Mazo echará de menos el clásico botón de Facebook en el que podamos pinchar “Me gusta”
