Por Techo Díaz.- Solo hay una cosa mejor que montar en bicicleta: tener niños. Fabricarlos también está muy bien, todo sea dicho, pero el momento de conocer a tu hijo es incomparable a nada. Incluso a subir el Angliru de una sola tirada batiendo los récords de Strava.
Ahora bien, combinar las dos cosas ya sería la hostia. ¿Es posible compaginar ciclismo y niños a la vez? ¿Tiene un ciclista que renunciar a su deporte favorito por pasar tiempo con su hijo? O mirémoslo de otra forma, ¿hay alguna forma de practicar ciclismo en familia y que todos puedan disfrutar a la vez desde la más tierna infancia?
Inventos desde luego los hay, con mayor o menor eficacia. Si hay sillas para bebé en los carros de Mercadona y en los autobuses de la EMT, ¿cómo no va a haber sillas pequeñas para bicicleta? Ese invento es más antiguo que el Nokia 1100, aunque hay clases y clases.

Lo que no ha perdido ni un ápice de vigencia es su utilidad. Mayor si cabe en tiempos donde el tiempo libre vale su peso en oro y el ciclismo -urbano y campestre- se va abriendo paso poco a poco pero inexorablemente en nuestra sociedad. Si nos gusta la familia y nos gusta la bici, blanco y en botella leche. Es el momento de hacerse con uno de estos cacharros.
Nosotros hemos probado varios (Prueba del tandem CoPilot, prueba de silla Safe Front) hasta dar con aquellos que más nos convencen, tanto por diseño como, sobre todo, por seguridad. Y hemos llegado a un acuerdo con las marcas que los comercializan para, desde ya, poder ofrecerlos en nuestra página web. Estos son los productos que, desde ya, pueden encontrarse en la nueva sección “Para niños” de nuestra tienda online.





