Por un Señor de Toledo.- El insaciable Tío del Mazo pide más y nuevos puertos salvajes para subir en bicicleta; pide nuevos retos y lugares en los que desarrollar su labor. Nosotros, los esbirros del insigne hombre del mazo, nos hemos propuesto buscar estos puertos imposibles, estas subidas sobrehumanas, que por unas circunstancias u otras no cuentan con el reconocimiento de otras grandes subidas conocidas por todos los amantes del ciclismo.
Os vamos a presentar a un pérfido y temible puerto encuadrado en los Alpes alemanes, cuya subida se inicia en la localidad de Oberstdorf. El Nebelhorn es un coloso vertical para subir en bicicleta, aunque asfaltado en muchos de sus puntos, en otros no lo está y el firme es desgarrado y con unas rampas que llegan hasta el 42% de desnivel positivo. Todo esto hace recomendable sólo subirlo en BTT y con desarrollos especiales…
Una ascensión brutal, con pendientes que hasta para subir a pie resultan muy difíciles y con unos datos totales que literalmente asustan… Comienza a una altura de 842 metros sobre el nivel del mar, para coronar a los 2.064 metros, con una longitud de 8,5 kilómetros. Es decir, se ascienden 1.222 metros, lo que equivale a una pendiente media de 14,3% y una máxima del 42% como ya apuntábamos.
Gracias a la web de ‘Altimetrías de Puertos de Montaña’ tenemos acceso a este perfil que han elaborado y que, las cifras que lo completan son de auténtico pavor… Una burrada, barbaridad, inhumano, puertaco, pared, camino de cabras montesas… broma de mal gusto… Cada uno puede definirlo como quiera, pero la realidad es ésta, la que veis en el perfil.
EL EIGER DE LOS CICLSITAS, EL OGRO DE LA BICICLETA
Si hace pocos días os hablábamos de la subida infinita y tendida al Páramo de las Letras en Colombia, hoy cambiamos el tercio y toca una subida ‘relativamente corta’ –entre comillas, claro está- pero con pendientes que miran muy de cerca a la verticalidad. Si de alguna manera podemos definir a este coloso, podríamos decir que se trata del Eiger de los ciclistas… Para los que no lo conozcáis el Eiger, cuya traducción es Ogro; se trata de la cara norte de una montaña, una pared vertical de piedra negra de casi 4.000 metros de altura situado en los Alpes suizos, un auténtico reto y un pico temido y admirado a partes iguales por los alpinistas…
Una pared en la que la gloria y la muerte conviven indispensablemente. Una pared con mucha historia y sobre la que, permitirme la licencia, recomiendo leer alguna de las grandes hazanas o también de las grandes tragedias de las que ha sido protagonista en el mundo del alpinismo.
Es una subida para afrontar en BTT, para gente preparada, con desarrollos especiales y con muchas ganas de nuevos e importantes retos. No es una subida que pueda incluirse en una carrera ciclista de ruta, ni falta que hace tampoco… La belleza de la zona de los Alpes alemanes es innegable y… ¿quién dice que no sea tú próximo viaje-reto?
[adrotate banner=”9″]
