Por Techo DÃaz.- Ivan Basso ha acabado 16 grandes vueltas y prácticamente sólo se le recuerda un abandono, aquel que se vio obligado a firmar en una etapa infernal de la Vuelta Ciclista a España con final en el Collado de la Gallina (Andorra). Ese dÃa la lluvia y el viento castigaron con muchÃsima fiereza a unos corredores que pasaban del sol abrasador de la costa dorada al invierno andorrano: unas condiciones durÃsimas que provocaron nada menos que varias hipotermias en pleno mes de septiembre. Hasta 16 ciclistas abandonaron la etapa en esa jornada. El italiano, que marchaba entonces séptimo en la general, era uno de ellos.
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Prácticamente no se le recuerda ninguna más. Es cierto que siendo un yogurÃn lo hizo, en 1999, pero no habÃa cumplido los 22 y bastante es que le dejasen correr el Giro de Italia. Tampoco pudo completar su primer Tour de Francia. El segundo sÃ, y ya ganó el maillot blanco. A partir de ahà se hizo un máster en grandes vueltas, completando 16, ganando 2 y consiguiendo 3 podios, además de un cuarto y un quinto puesto. Pese a ello, a muchos les extrañó la firme confianza que el mejor corredor de grandes vueltas en la actualidad, Alberto Contador, tiene depositada en el italiano.
No sólo insistió en ficharle para su equipo Tinkoff Saxo en el cénit de su carrera, sino que además ha abogado por su presencia tanto en el Giro como en el Tour de 2015. Dicen que es su compañero habitual de habitación en los hoteles, y él mismo ha confirmado su vinculación a través de su cuenta de Twitter. “Llevamos juntos 120 de los últimos 180 dÃas”, ha confesado antes de desearle una pronta recuperación.
Hoy ha sido uno de los dÃas más duros de la carrera del que fuera máximo rival de Lance Armstrong, paradójicamente afectado por la misma enfermedad. En rueda de prensa ha anunciado su retirada del Tour en plena jornada de descanso, tras habérsele diagnosticado un cáncer de testÃculos. Basso arrastraba dolor desde la caÃda del pasado miércoles, pero ni sospechaba que por asomo pudiese tratarse de algo tan grave. Un control casi rutinario en Pau ha arrojado luz sobre la terrible noticia. El italiano abandonará la carrera para ser trasladado de inmediato.
En su comparecencia ha estado acompañado de Alberto Contador, con quien se ha fundido en una emocionado abrazo. Merece la pena ver cómo ha sido el anuncio.
Un gesto dice más que mil palabras. Y por supuesto habrá quien piense que Alberto “es un trolas” y que controla astuta y mediáticamente los hilos de todas las soluciones, pero yo en el gesto sólo veo el afecto sincero de quien ha sido su compañero de equipo y habitación, su cómplice en una hazaña que parece de otra época, un doblete que se antoja ahora todavÃa más difÃcil sin los valiosos consejos de un tipo tan experimentado y luchador como el italiano.
Tal vez las cosas cambien ahora, aunque no sabemos en qué sentido. Contador es un hombre de retos, de convicciones y de profundos sentimientos. La baja de su lugarteniente puede afectarle y sumirle en una honda tristeza, pero puede también hacerle sacar de dentro la rabia que necesita para ganar un Tour de Francia que se antoja complicadÃsimo ante la fortaleza de Froome, Quintana y los demás. Lo que tenemos claro es que lo va a intentar. Se lo ha prometido a Ivan, y lo prometido es deuda.
Lo más importante, sin embargo, es ahora la recuperación de Ivan Basso. Seguramente es relativamente sencilla dentro de la gravedad, o eso queremos creer. Otros ciclistas de élite, como el mencionado Lance Armstrong o el español Markel Irizar, ahora corriendo el Tour, la superaron con anterioridad. Lo difÃcil será, eso sÃ, verle otra vez al máximo nivel en una carrera como el Tour. Por eso serÃa bonito verle de nuevo en ParÃs. De momento se han citado para un abrazo dentro de dos semanas. No sabemos -nadie puede saberlo aún- si será un abrazo teñido de amarillo, pero seguro que será un bonito encuentro cargado de las mejores noticias, la recuperación de un gran ciclista y mejor persona.
#ForzaBasso.
