Por Techo Díaz.- No sé si será la carrera ciclista más bella del mundo, que hasta podría no serla, pero es desde luego la más fotogénica. La simple idea de recorrer 200 kilómetros por la Toscana ya debería valer para acreditarlo, pero si además 45,4 de esos kilómetros son por sterrato y la meta es en la Piazza del Campo de Siena las imágenes tienen que ser irremediablemente evocadoras, y terriblemente bellas.

Ciclismo en Toscana
Bella estampa de la Strade Bianche de 2014

En ciclismo la tradición lo es todo, y por eso, sólo por eso, esta carrera no tiene la historia ni la magia de los grandes escenarios de la Roubaix, o de Lieja, o de su vecina la Classicissima, que todos años marca la llegada de la primavera antes de que en el Corte Inglés hayan tenido tiempo de quitar los maillots de invierno de los mostradores de deporte. La Strade Bianche sólo tiene 7 años de antigüedad, aunque ha sabido hacer muy bien las cosas. Kolobnev, Cancellara, Lökvist, Iglinskiy, Gilbert, Cancellara, Moser (Moreno) y Kwiatkowski. No hay ni uno malo.

Y es que la carrera tiene lo suyo. No es tan larga como un monumento, pero hablamos de 45 kilómetros por caminos de tierra, y eso es duro. Y cualquiera que haya estado por la Toscana haciendo algo más que comer helados sabrá que el llano no se lleva mucho, y que aquello está lleno de colinas. En realidad, el recorrido parece diseñado por una oficina turística y preparado especialmente para que los fotógrafos capten toda la belleza de la región y del ciclismo.

La carrera sale del centro de San Gimignano, uno de los rincones más turísticos del mundo. Se trata de un pueblo medieval amurallado de aplastante belleza, donde los vecinos se picaban a ver quién la tenía más larga. Se suponía que el que la tenía más larga era el que más dinero tenía, y así llegó a haber hasta 72 torres de diferentes alturas. Hoy sólo quedan 15, y aún así el resultado impresiona.

Strade Bianche San Gimignano
San Gimignano, uno de los lugares más bellos de Italia

La carrera pasa después por diferentes lugares de la Toscana, haciendo un recorrido circular para llegar a Siena. Para entonces, el pelotón habrá pasado por Monteriggioni, Rosia, Montalcino, Pienza, Asciano y Monteaperti, encadenando nada menos que 3 ciudades Patrimonio de la Humanidad, todo un lujo para espectadores y coleccionistas de fondos de pantalla.

La llegada final es de traca. Si alguno ha tenido la suerte de conocer Siena recordará que, como en muchas otras ciudades de la Toscana, la parte histórica está situada en lo alto de una colina. Para acceder a ella, los ciclistas deberán superar rampas que por momentos alcanzan porcentajes del 16%, si bien los últimos metros serán en ligero descenso. Unas calles por cierto, de extremada belleza, conocidas internacionalmente por otra carrera, la de caballos que enfrenta a los barrios de la ciudad desde tiempos medievales en los meses de julio y agosto.

Como si de la lucha por la preciada tela se tratase (en la carrera de caballos los barrios luchan por un mantel de lana) los ciclistas que hayan sobrevivido a los caminos aprovecharán hasta el último metro para tratar de suceder al vigente ganador, el campeón del mundo Michal Kwiatkowski. Rivales no le van a faltar. Peter Sagan lleva dos años siendo segundo, y ya ha anunciado que viene a por todas. También lo ha hecho Simon Gerrans, que reaparece más tarde que nunca pero con las ilusiones intactas en una prueba que se le puede dar muy bien a sus características. Aquí el ganador no se llevar una tela, sino 7.517 euros y la oportunidad de ir metiendo miedo a sus rivales.

Esta será la primera de las carreras del paquete de RCS que podremos ver en directo por Teledeporte, y no es una mala carrera para debutar. Por belleza, arte y originalidad no se me ocurre mejor clásica para empezar a disfrutar. Si el ciclismo es bello, escenarios como la Toscana lo engrandecen. Enhorabuena a los organizadores, ojalá podamos disfrutarlo muchos años.

caminos tierra ciclismo
El sterrato es una de las señas de identidad de la carrera

 

Kwiatkowski, Sagan y Valverde
En 2014 el podio fue de lujo en la carrera: Kwiatkowski, Sagan y Valverde

 

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