Por Techo Díaz.- Esto que voy a contar es una inmensa rayada. Pero es lo que ocurre cuando escuchas spotify y estás pensando en el récord de la hora. Probablemente, como dicen, los hombres no estén diseñados para hacer dos cosas a la vez. O tal vez sí y yo sea la excepción que confirma la regla. Lo cierto es que cuando empiezo a funcionar en modo multitask se me empiezan a mezclar los conceptos y salen productos de lo más absurdo.
Así que en esas estaba, tatareando una canción de Love of Lesbian, cuando se me ocurrió lo fácil que era darle un nuevo sentido cambiando sólo dos palabras. Y es entonces cuaado “Club de fans de John Boy”, una de las canciones más conocidas del grupo y una de las joyas de la música moderna en este país, se transformó en “Club de fans de Jens Voigt”.
A partir de ahí es fácil, imaginarse la historia. Un montón de locos del ciclismo haciendo cola en el velódromo de Grenchen (Suiza) y peleándose por estar en las primeras filas para corear las vueltas del gran telépata de Grevesmühlen, y entre nosotros alguna persona que viene obligada a ver el récord de la hora. Es inevitable, siempre se cuela alguno. Pero al final, contra todo pronóstico, le acaba gustando el ciclismo y se convierte en otro fan de Jens Voigt.
La canción, conocidísima, es ya un clásico del futuro, y entre otras cosas ha sonado como sintonía en “El Larguero”, el programa deportivo de la cadena SER. Y la verdad, está genial. Pero ahora que he descubierto su versión ciclista, me hace muchísima más gracia cambiar a John Boy (que además, no existe) por el alemán que hoy intentará batir el récord de la hora.
Cabe recordar también que Jens Voigt es un auténtico crack. No sólo porque haya corrido 17 tours de Francia y lleve corriendo en profesionales desde 1997, sino por el modo en que tunea su bicicleta. Los privilegiados espectadores del velódromo de Grenchen podrán ver hoy, si la vista les alcanza, frases como “Jens Voigt puede batir el récord de la hora en menos de 60 minutos”; “I am mother fu**er Jens Voigt”; o “suficiente tiempo para que Jens Voigt vaya a la luna seis veces”. El alemán las ha escrito en el cuadro de su bicicleta.
El intento, por cierto, se podrá ver a partir de las 18.30 h en Eurosport, cadena que emitirá hoy 11 horas seguidas de ciclismo.
Un plan estupendo para pasara la tarde. Para los que tengáis la suerte de verlo, os recomiendo tatarear la versión adulterada del tema de Love of Lesbian e imaginaros la situación. Sería algo así:
Todos los raros fuimos al velódromo del gran telépata de Grevesmühlen
Media hora antes invadimos el metro, yo iba obligado y tu en éxtasis
Y tanto os daba ocho como ochenta a los fanáticos de Jens Voigt
Frente al estadio ya cantabais sus vueltas, primeras filas vuestra obsesión
Decíais que Jens Voigt era boreal, algo ambiguo y de infancia gris
Sinceramente, yo lo detestaba hasta morir
La luz se desmayó, “¿cómo va a empezar?”
A ti te daba igual, dijiste: “acertará”
Oh, oh, oh!
Como es posible que haya estado en tus infiernos
Es imposible, no, misterio, y quien tuviera su don
Sería posible conocerte más por dentro
No lo conseguiré, saber más de ti
Yo no soy fan, otro fan de Jens Voigt
Odio a Jens Voigt, tu odiarás a Jens Voigt
De aquellas masas era el gran insecto, “tiene poderes” llegaste a decir
Creo que lleva media vida huyendo, quizás le pasa lo mismo que a mi
Había expandido su emisión global desde Lima hasta Reikiavik
Y sin embargo a quien tenía cerca no podía transmitir
Mirada universal de alcance personal
Me hipnotizó por fin con su pedal letal
Oh, oh, oh!
Como es posible que haya estado en sus infiernos
Es imposible, no, misterio, y quien tuviera su don
Sería posible conocerte más por dentro
No lo conseguiré, nunca sabré
Si yo no tengo su don
Si yo no tengo su don
Y ahora ya soy, y ahora ya, ya lo soy
Y ahora ya soy, otro fan de Jens Voigt
Y ahora ya soy, y ahora ya, ya lo soy
Y ahora ya soy, otro fan de Jens Voigt
