La historia de Filari, el arte de la restauración de bicicletas nórdicas clásicas

Por El Aguador – Ciclos Filari lo forman dos compañeros, Borja y Jorge que restauran bicicletas clásicas nórdicas y las venden en España. ¿Cómo se les ocurrió? ¿Por qué estas bicis y no otras? ¿Cómo lo hacen?

Para escribir este post, le mandé un cuestionario a Jorge Rovira. Normalmente hubiera resumido alguna de sus respuestas en el texto y hubiera dejado tres o cuatro cuestiones para que quedaran con el formato de pregunta-respuesta, pero al leer las contestaciones que envió Jorge, casi me parecía un sacrilegio tocar nada. Y no quería hacerlo porque lo que mejor transmite el esmero y el cuidado que ponen en cada una de sus bicicletas es la atención y el nivel de detalle de cada una de las respuestas que nos han dado.

Por tanto, he aquí la historia de Ciclos Filari y sus bicicletas contada por uno de sus protagonistas. Por cierto, de momento sus bicis se pueden encontrar en dos puntos de venta: Kili en San Sebastián, y Hiri Zikloak en Bilbao

¿Por qué habéis elegido este tipo de bicicletas clásicas nórdicas?

Como suele ocurrir muchas veces en estos casos, ha sido un cúmulo de circunstancias que nos han invitado a lanzarnos con Ciclos Filari. Estoy viviendo en Helsinki trabajando como arquitecto. Desde el primer momento noté la fuerte presencia de la bicicleta en la vida urbana. Pero fue poco a poco cuando me di cuenta del potencial de la bicicleta clásica nórdica: geometrías de cuadros visualmente más limpias y esbeltas (gracias al acero), calidad y detalles de componentes que ya no se producen, cromados relucientes a pesar de los años y… el freno contrapedal, sistema muy arraigado en el Norte de Europa.

Hablando de todo esto con Borja (que vive entre San Sebastián y Bilbao), nos fuimos dando cuenta que aquellas bicis nórdicas las queríamos tener también en España. Y que la gente las conociera. Son máquinas mecánicamente perfectas, de estética muy elegante, con gran calidad de componentes y acabados. Bicicletas del Norte de Europa desde los años 50… hasta inicios de los 80. Nos basamos en el tópico “ya no se hacen como las de antes”.

¿Cómo conseguís las bicicletas y los componentes?

Encontré la forma de conseguir buen material (cuadros de acero con racores, horquillas cromadas, potencias curvas, bujes contrapedal con marchas integradas, conjuntos pedalier-bielas integrados, guardabarros cromados, focos, etc) proveniente de Noruega, Suecia, Finlandia, Alemania, Suiza… a través de pequeños talleres locales, venta de segunda mano y subastas de la policía. Solo teníamos que pensar cómo traer todo ese material a España para empezar a trabajar con él. Una cosa teníamos bien clara: el coste del transporte no podía ser elevado porque penalizaría demasiado el precio final del producto. Además hay que tener en cuenta la mano de obra que requiere la restauración de este tipo de bicicletas antiguas. Pero al final encontramos la forma y surgió Ciclos Filari con la primera hornada de Filaris la primavera pasada.

Leo en vuestro blog que empezasteis en enero, así que la pregunta clásica. Con lo mal que está todo, ¿cómo se os ocurrió comenzar con un negocio?

Cuanto más hablábamos de los tema más convencidos estábamos que teníamos que probar suerte, al margen de la crisis, y no quedarnos con la duda del “y si…”. Yo, desde el Norte de Europa, me encargo de proveer a Borja con todo el material que vaya necesitando. Y él se encarga de hacer que todo encaje y funcione en armonía sobre las dos ruedas. Él es realmente el lutier de Ciclos Filari.

¿Qué perfil es del de vuestro cliente? ¿En qué os inspiráis a la hora de hacer la restauración? ¿Qué papel juega el cliente?

Las Filaris son bicis de calidad, exclusivas por la selección de sus componentes y el nivel de restauración. No se trata de réplicas sino que son bicis clásicas antiguas de verdad, con su historia. Buscamos el cliente que lo entienda como tal y sepa apreciarla como una pieza única, que se distingue de cualquier bicicleta que pueda encontrar en el mercado convencional. Y que sobretodo valore la labor artesanal que hay detrás de cada bicicleta.

Con el tiempo nos dimos cuenta que teníamos que trabajar con el producto acabado. Dejar demasiadas decisiones al cliente muchas veces le agobia, sobre todo si se trata de bicicletas tan poco estándar, y ralentiza el proceso de restauración. Por eso nosotros pensamos en qué tipo de modelos restaurar y de qué forma hacerlo. Sin embargo el cliente interesado, una vez que se ha puesto en contacto con nosotros, puede pedirnos otra configuración para la bici combinando diferentes elementos que haya visto en otras Filaris: potencias, manillares, sillines, guardabarros, pedales, focos, etc. E incluso optar por otro color si disponemos del mismo cuadro listo para pintar.

¿Cuáles son los plazos de entrega?

La restauración de cada bicicleta la marca ella misma. En el mundo del pedal no todo está tan estandarizado como quisiéramos. Y hace 40 o 50 años menos todavía. La disponibilidad de componentes nos es clave para completar las bicis. Unos “simples” rodamientos de dirección pueden dejarnos una bici incompleta.

No hay ninguna pieza en la bici que sea prescindible; cada una tiene una función. Nos mantenemos fieles a la mecánica original de la bici. Y la estética debe responder a ella. Por eso probamos e incorporamos elementos que dan un valor añadido a la bicicleta: cubiertas color crema de Schwalbe, sillines Brooks, puños de corcho o cuero, cestas o cajas de madera, pilotos traseros, etc.

Gracias a que trabajamos con el producto acabado podemos ofrecer venta directa del artículo en cuanto el cliente lo ve. Si se trata de algo más personalizado, entonces el stock en el taller marca los plazos de entrega.

En julio tuvimos una venta doble: dos clientes vieron un modelo que teníamos en la tienda de Bilbao y nos pidieron además otra bici igual pero en una talla mucho mayor. Tuvimos la suerte de tener un cuadro de misma geometría con todas piezas para completarla. En tres días el cliente ya tenía su bici pintada según color elegido, montada y rodando. No siempre es tan fácil que sea así.